domingo, 14 de junio de 2015

JUEGOS PARA RECIEN NACIDOS



ESTIMULACIÓN TEMPRANA PARA NIÑOS DE 0 A 3 MESES 
Por estimulación temprana se hace referencia a las técnicas educativas o rehabilitadoras utilizadas para tratar global, y en su caso específicamente, a los niños deficientes o con probabilidad de serlo.
Sin embargo, también se aplica a la educación infantil, ya que las necesidades educativas del niño pequeño y del recién nacido, no son exclusivas de un determinado sector infantil (sordos, ciegos...) sino que son necesarias en toda la población infantil de 0 a 4 años.
Es un periodo de vida en el que aparecen adquisiciones básicas esenciales como el control de los movimientos de la cabeza, de la posición de sentado, la coordinación visual y manual, auditiva, perceptiva, la adaptación de los sentidos al nuevo entorno y en el que se establecen las primeras relaciones con determinados adultos.
Durante la primera etapa del desarrollo del niño, las acciones de los padres y su comportamiento afectivo con su hijo influyen en el desarrollo de determinadas potencialidades del niño.
Actividades de cero a tres meses
El primer año de vida del bebé se caracteriza por ser un periodo en
el que se suceden, con gran rapidez, una serie de logros muy importantes.
El primer año se divide en trimestres con el fin de facilitar la aplicación de los ejercicios propuestos, y que se explicarán a lo largo de cuatro artículos, uno por trimestre.
Las conductas se suceden en un orden, aunque son orientativas y varían en función de las características del niño y del entorno.
Las actividades deben adaptarse a las circunstancias individuales y en su caso colectivas en las que vaya a realizarse.
Tono muscular
Ejercicios de relajación
Enrollar al bebé: Coja al bebé con una mano por la nuca y, con la otra, por los muslos, el bebé se pliega así sobre sí mismo, recobrando la posición fetal.  Esta postura le calma y le relaja.
Cogerlo en brazos: Coja al niño en brazos con un solo brazo, de forma que la cabeza del bebé se apoye en su antebrazo mientras la mano de ese mismo brazo llega hasta debajo de las piernas del bebé. Así, podrá acariciarle con la otra mano.
Mecerle: Consiste en coger al bebé y balancearlo. Puede hacerlo de dos formas, colocando al bebé boca abajo en sus brazos y meciéndolo, o balanceándolo mientras le tiene en posición vertical pegado a su pecho sujetándole la cabeza.
Posturas básicas
El abrazo
Es llevar  los dos brazos del bebé a la vez. Tumbado boca arriba coja el brazo derecho del niño con su brazo derecho y el izquierdo con el izquierdo, y lleve sus manos cerca de las orejas del lado contrario. Espere un par de segundos y suéltele; repita el ejercicio dos o tres veces. Este ejercicio lo puede realizar desde que el bebé es un recién nacido, pero a partir de la cuarta o quinta semana de vida le resultará más cómodo.
Abrir y cerrar las piernas
Boca arriba se le coge por las rodillas y con movimientos muy suaves abra y cierre sus piernas hasta el punto en que note resistencia.
Extender las piernas
Boca abajo  coja con suavidad las piernas del bebé y estíralas, man teniéndole uno o dos segundos en esta postura y dejando que después vuelva a su postura inicial.
Cogerlo en brazos
Cójale en sus brazos, en posición vertical y sujetándole la cabeza, y déjele en esta posición un rato.
Peinarle las piernas
Tumbado boca abajo, con un cepillo de cerdas suaves, o una brocha de maquillaje, "peine" las piernas del bebé desde la cadera hasta los dedos del pie, por la parte de afuera.
Peinarle los brazos
Repita el ejercicio anterior, pero con los brazos. Se comienza por los hombros y se baja hasta las manos.
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Posturas opcionales
Recuperar el equilibrio
Mantenga al bebé sentado sosteniéndole con una mano la cabeza mientras con la otra le da un dedo que cogerá fuertemente. Si desequilibramos al niño hacia atrás o a un lado observaremos que la cabeza se  inclina hacia el lado opuesto para recuperar el equilibrio.
Dorsales 
Cuando el niño empieza a mantenerse apoyado sobre sus antebrazos, aproveche esta postura para ofrecerle todo tipo de juguetes para facilitarle esta posición. 
Elevación del tronco
Tumbado boca abajo le ponemos la mano debajo de su pecho y le hacemos caricias muy suaves.
Tumbado boca abajo le acariciamos la espalda. Puede acariciarle con ambas manos situándolas en sus hombros y acariciando toda su espalda. O utilizar peines, cepillos, esponjas...






A QUIEN SE PARECERÁ MI BEBÉ

Cuando nos enteramos de que viene un bebé está en camino empezamos a preguntarnos qué rasgos heredará de nosotros ¿Quieres saber de que depende su aspecto físico y su personalidad?  

El aspecto físico no se puede planificar

La teoría parece bastante sencilla: un óvulo y un espermatozoide se juntan, las células se dividen y se multiplican formando un pequeño ser humano. Pero cuando el óvulo y el espermatozoide se encuentran, entran en juego 30.000 genes de cada uno de los progenitores, agrupados en 46 cromosomas. Y el número de combinaciones que pueden darse es infinito. Si un niño hereda los ojos azules de la madre o los marrones del padre o la tendencia a la obesidad, no depende de un solo gen sino de la combinación de muchas secciones de genes.
Además, en cada fusión entre un óvulo y un espermatozoide, los genes se mezclan de una manera diferente. Por eso, no puede haber dos personas genéticamente idénticas, a no ser que fueran gemelos monocigóticos.
Existen genes dominantes pero no definitivos. Por ejemplo, si el padre tiene ojos marrones y la madres los tiene azules, el niño tiene una probabilidad mucho más alta de que los suyos sean marrones puesto que el gen dominante para el color de ojos es el marrón.





¿Se parecen todos los bebés?

Es posible que algunas características, como las orejas del soplillo, no se manifiestan en varias generaciones. Y sólo cuando nazca, los padres y toda la familia pueden comprobar a quién el recién nacido saca más parecido: '¡El hoyuelo en la mejilla es de su madre!', '¡Esta manera de abrir los ojos es igualita a cómo lo hace su papá!'
Muchos escépticos dirían: ¡qué tontería! ¡Los bebés son todos iguales! Y algunos científicos les dan la razón. Según los psicólogos de la Universidad de California en San Diego, la afirmación de que la mayoría de los niños son clavados a su madre o a su padre es falsa. Enseñaron a más de 100 personas fotos de niños de varias edades y de tres posibles madres y padres. El resultado fue inequívoco: los participantes solo reconocieron en algunos niños de un año parecidos evidentes y ¡tan solo con el padre!

¡Igualito a papá!

Los investigadores estadounidenses explican semejante resultado con motivos que radican en la evolución de la especie humana. Mientras que la madre sabe al cien por cien que el hijo es suyo, el padre no siempre puede estar seguro. Pero si reconoce rasgos suyos en sus hijos, su compromiso paterno se ve re fortalecido.
Por todo lo demás, un niño no se parece más a sus padres biológicos que a otros adultos, concluye el estudio californiano.
Esto quizás es menos sorprendente si se tiene en cuenta que el la herencia genética no solo refleja a los padres sino a todos los antepasados cuyos cromosomas se mezclaron una y otra vez.

ASPECTOS Y CUIDADOS IMPORTANTES


COMO PREPARAR TU VIDA PARA LA LLEGADA DE UN BEBÉ 


Si haces algunos cambios en tu estilo de vida ahora, podrás darle a tu bebé el mejor comienzo posible. Lee esta lista para poner tu vida a punto para ser mamá. 



  • Sacar cita con tu doctor


Aún no es necesario escoger quien sera tu doctor que estará a tu lado en todo el proceso de gestación, pero es importante que saques una cita con tu ginecólogo habitual para que te realice una revisión para saber como va el proceso.
El doctor revisará el historial  medico y de tu familia, los medicamentos que estas tomando y tu estado de salud actual. ya que algunos medicamentos son peligrosos  durante el embarazo y deberán cambiarse.

Tu doctor también debería hablar contigo sobre tu alimentación, tu  peso, el ejercicio que haces y cualquier hábito poco saludable que puedas tener (como fumar, beber alcohol o usar drogas). También te recomendará vitaminas, se asegurará de que estés al día con todas tus vacunas. 

  • Tomar ácido fólico

Al tomar 4 mg de ácido fólico durante el primer trimestre de embarazo, puedes reducir entre un 50 por ciento y un 70 por ciento las posibilidades de tener un bebé con defectos del tubo neural como espina bífida.


  • Dejar el alcohol, el tabaco y las drogas  

Si fumas, bebes o usas drogas, es hora de dejarlo. Numerosos estudios han demostrado que fumar, consumir drogas y tomar demasiado alcohol durante el embarazo están asociados a abortos espontanaeos, bebés con bajo peso al nacer y nacimientos prematuros. Recuerda que algunas drogas pueden permanecer en tu sistema incluso después de que se te haya pasado el efecto. 

Además, las investigaciones sugieren que el uso de tabaco puede afectar tu fertilidad y reducir la contabilidad de esperma de tu pareja


  • Come saludable



          












   





Trata de comer por lo menos dos tazas de fruta y dos tazas y media de vegetales cada día, así como muchos cereales o granos integrales y alimentos que contengan mucho calcio, como leche, jugo de naranja fortificado con calcio y yogur. Come también una variedad de proteínas, como frijoles, nueces, carnes rojas y blanca.



  • Reduce la cafeína

Aunque los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuánta cantidad de cafeína es seguro consumir durante el embarazo, todos coinciden en que tanto las mujeres embarazadas como las que están intentando quedar embarazadas deberían evitar consumir grandes cantidades de cafeína. 

Algunos estudios asocian el consumo de cafeína con una reducción de la fertilidad.  y el exceso de cafeína también se ha asociado con un riesgo de aborto espontáneo, según algunos estudios.




  • Vigila el pescado que comes
Si te encanta el pescado, tendrás que empezar a vigilar el tipo de pescado que comes. Aunque es una excelente fuente de ácidos grasos OMEGA3 (que son importantes para el desarrollo del cerebro y los ojos del bebé), así como proteína, vitamina D y otros nutrientes, también contiene mercurio, que puede ser dañino. 



La mayoría de los expertos están de acuerdo en que las mujeres embarazadas deberían comer pescado, pero evitando los que contienen altas cantidades de mercurio de metilo y otros contaminantes, y limitando el consumo de los demás pescados.



  • Elabora  un plan de ejercicio
Un buen programa de ejercicios te proporcionará tres beneficios importantes: resistencia, energía y flexibilidad. Necesitarás las tres cosas para levantar y llevar un bebé, y correr detrás de un niño pequeño. Además, hacer ejercicio es una forma estupenda de reducir el estrés, que puede hacer la concepción más difícil. 

Un programa de ejercicio saludable incluye 30 minutos o más de ejercicio moderado, como caminar, nadar, andar en bicicleta y levantar pesas, casi todos los días de la semana. 

Para aumentar tu flexibilidad, prueba hacer estiramientos o yoga. Una vez estés embarazada puedes seguir con tu programa de ejercicio a no ser que tu embarazo presente alguna complicación. 

Si no estás muy acostumbrada a hacer ejercicio, empieza despacio, como por ejemplo caminando entre diez y 20 minutos cada día. Añade un poco más de actividad a tu rutina diaria subiendo las escaleras en lugar de tomar el ascensor o aparcando tu auto un poco más lejos que de costumbre.









  • Visita a tu dentista

No olvides tu salud bucal. Hay evidencia de que los cambios hormonales que experimentas durante el embarazo te hacen más susceptible a infecciones en las encías. Además el aumento del nivel de progesterona y estrógeno hace que las encías reaccionen de forma distinta a las bacterias que residen en la placa dental, y estarás más propensa a tener encías sangrantes, hinchadas, rojas y adoloridas cuando te lavas los dientes.

  • Elimina los peligros ambientales

Recuerda  que algunos productos de limpieza, pesticidas, disolventes y el plomo proveniente de cañerías de agua corriente antiguas, pueden ser dañinos para un bebé en desarrollo. Coméntale al médico en qué consiste tu rutina diaria e intenta encontrar formas de evitar o eliminar los peligros en tu hogar y en tu lugar de trabajo. 


  • Adquiere un seguro para ti y tu bebé

Aunque falten muchos meses antes de que te toque pagar las cuentas del hospital, es buena idea informarte ahora de lo que cubre tu seguro médico.